El artefacto fue trasladado al cuartel de Valencia por los especialistas del Equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil, que comprobaron que efectivamente se trataba de una granada de mortero de 50 milímetros con carga explosiva y más tarde la destruyeron en una zona segura.

La Benemérita ha recordado a la ciudadanía que este tipo de explosivos no deben ser manipulados y tampoco ser trasladados a las

instalaciones de la autoridades por la peligrosidad que entrañan, por lo que ha recomendado que la forma más recomendable de actuar consiste en no tocar ni manipular el objeto y avisar de inmediato a la Guardia Civil a través del teléfono 062.